Muchas veces creemos que llevamos una dieta muy buena y saludable, pero si de pronto el fin de semana cambiamos nuestro hábito de manera contundente todo se desequilibra.

Por ejemplo: supongamos que JUANITA debe consumir 2,000 calorías al día para mantener su peso actual, si entre semana JUANITA hace déficit calórico (o sea, come menos de lo que necesita para que su cuerpo comience a quemar grasa).

Empieza a consumir 1,500 calorías al día, comiendo alimentos saludables de todos los grupos de macros y llenos de nutrientes, lo hace de manera excepcional de lunes a viernes, pero, el fin de semana cambia sus hábitos, el sábado JUANITA desayuna chilaquiles fritos acompañados de un huevo estrellado, después, a la hora de la comida compra una hamburguesa y remata con un postre, JUANITA acumuló 3,250 calorías, sólo el sábado y si el domingo desayuna bien, pero en la comida ingiere demasiada botana, después come mucha carne, sobrepasando la porción que debería consumir de proteína, y también come postre. Al igual que el sábado, el domingo también acumula 3,250 calorías.

Si hacemos un recuento de la semana de JUANITA, consumió un total de 14,000 calorías. Si obtenemos un promedio de calorías consumidas cada día de la semana, habrán sido aproximadamente 2,000 diarias. Esto significa que, en promedio, JUANITA consumió las calorías que necesita para mantener su peso, por lo tanto, no bajó.

En este ejemplo queda muy claro que a pesar de que regresemos a la rutina normal el lunes, si nos salimos tan drásticamente de nuestra rutina alimenticia, nos estamos boicoteando.

No hay que irnos a los extremos de eliminar las comidas “chatarras” al 100%, pero es importante mantener un equilibrio y un déficit calórico. Los fines de semana es cuando más atención le debes de poner a la calidad y cantidad de tus alimentos.

Si sabes que comerás pizza, hamburguesa, sushi, postre, etc., entonces ahórrate las calorías de la mañana y también los carbohidratos, desayuna un huevo con verduras o un licuado de proteína o yogurt con fruta. En la comida podrás comer lo que quieras, pero OJO con las cantidades, no te acabes media pizza o 3 pedazos de pastel.

Y después puedes cenar muy ligero para balancear y siempre escucha a tu cuerpo. Así puedes disfrutar de cualquier gusto que te quieras dar mientras mantienes tu déficit calórico porque estás encontrando un equilibrio al escoger los alimentos y cantidades adecuados para cada comida del día.

Ideas para desayunos ligeros:

Ideas para cenas ligeras:

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