Cuando se trata de comprar (ya sea en el supermercado, alimentos, ropa, artículos para el hogar o cualquier otra cosa), a menudo hay una desconexión entre lo que planeamos comprar y lo que realmente acabamos comprando. Si lo que quieres es ahorrar o recortar gastos, este sistema no te funcionará, por lo que es importante descubrir dónde se produce la desconexión y por qué lleva a un gasto excesivo.

 

Hay ciertas acciones que realizamos durante nuestra visita al supermercado que desmoronan nuestros mejores planes de compra como los “desencadenantes del gasto”. Según varios estudios de consumo, cuando compras, los “desencadenantes del gasto” te esperan a la vuelta de la esquina para que compres más, gastes más o ambas cosas.

 

Hoy vamos a explorar 6 factores “desencadenantes de gastos” comunes en los que es muy fácil caer si no tienes cuidado. Cuando estás consciente de estos factores desencadenantes del gasto te ayudará a gastar menos y a ahorrar más a partir de ahora.

 

  1. Artículos que se recogen

Las investigaciones sobre el comportamiento de los consumidores demuestran que es más probable que compres algo que has recogido durante tus compras y que no tenías previsto, sólo porque lo encontraste en algún pasillo. Esta es una de las razones por las que las cajas están repletas de artículos atractivos, y por las que cosas como los caramelos y los peluches suelen estar a una altura adecuada para los niños.

 

Para evitar caer en esta trampa, intenta no tocar nada que no tengas pensado comprar. Es un buen hábito que hay que adquirir de todos modos, pero, además puede ahorrarte el dinero que no tenías previsto gastar.

 

 

 

  1. Un ambiente agradable

Cuanto más tiempo pases en una tienda, más dinero es probable que gastes. Los minoristas lo saben, por lo que invierten mucho dinero y esfuerzo en hacer que sus tiendas sean lo más acogedoras posible.

 

La mejor defensa contra la seducción de un ambiente agradable es entrar con un plan preparado, o sea, tu lista de comprar predefinida, en VIDACTUAL, si escoges un menú predeterminado y seleccionas el número de comensales para cada receta, obtienes tu lista de súper. Con esta lista, te será mucho más fácil resistirte a las ganas de quedarte a curiosear si sabes exactamente lo que vas a comprar.

 

 

  1. Carros amplios

Los carros de la compra pueden ser una bendición o una maldición a la hora de comprar. Empujar un carro de la compra espacioso por la tienda te libera las manos y hace que sea mucho más fácil llevar todo lo que necesitas, pero también hace que sea más fácil convencerte de que compres algo que en realidad no necesitas.

 

Cuando entres en la tienda, escoge un carrito o una cesta en función de la cantidad que piensas comprar. Si sólo necesitas un par de cosas, coge una cesta, pero si vas a hacer una gran compra, puede que necesites el carrito grande. (Sólo asegúrate de no acabar cargando el carrito grande hasta el borde sólo porque puedes hacerlo).

 

 

  1. La larga caminata por lo básico

Este es uno de los trucos más antiguos del libro, ¡pero puede atraparte siempre si no tienes cuidado! Las tiendas de comestibles suelen tener los productos básicos de todos los días, como la leche, los huevos y el pan, en la parte trasera de la tienda, lo que te obliga a pasar por delante de todo tipo de productos atractivos antes de llegar a las cosas que necesitas.

 

Esto puede no ser un problema si estás haciendo una gran compra, pero puede ser un gran problema si sólo has ido a por huevos y leche. En este caso, la mejor solución es ir deprisa por lo que necesitas para poder salir antes de que tu atención empiece a desviarse (o tu autocontrol desaparezca).

 

 

  1. Juego de palabras

El hecho de que los anuncios y los carteles dentro de la tienda hagan parecer que algo está en oferta, no significa necesariamente que lo esté. Por ejemplo, los carteles que dicen “¡Rebajas de verano!” o “¡Rebajas!” no significan necesariamente que algo se ofrezca con descuento, así que asegúrate de comprobar el precio real antes de decidirte a comprar algo.

 

  1. “Rebajas “X-por-Y

 

 

Desde las ventas BOGO (“compra uno, obtén uno” por sus siglas en inglés) hasta las ofertas de 10 por 10, las tiendas ofrecen todo tipo de ofertas diferentes que están diseñadas para que compres más de un artículo en particular. Estas ofertas pueden ser lo suficientemente atractivas como para convencerte de que compres mucho más de lo que normalmente comprarías.

 

Desde el punto de vista del gasto, comprar 10 de algo no tiene sentido, a menos que sea algo que sabes que vas a utilizar. Ten cuidado con este tipo de ventas y no compres más de lo que necesitas sólo porque parezca una gran oferta.

 

A fin de cuentas, la mejor manera de evitar caer en los disparadores de gastos es tomarse el tiempo y usar el sentido común. Es más fácil caer en los “desencadenantes del gasto” cuando no se está prestando atención, así que mantén la cordura si quieres salir con más dinero en el bolsillo.

Comparte con el Mundo!